Sabemos la importancia del sueño y su posición como uno de los pilares fundamentales para un estilo de vida saludable. Es imprescindible para el bienestar en general y para que nuestro cuerpo y nuestro cerebro funcionen correctamente.
Pero, además, el correcto descanso nocturno, suma como beneficio añadido un peso saludable. La falta de sueño puede afectar negativamente la producción de las hormonas que regulan el apetito. Esto, a su vez, suele desembocar en antojos, ataques repentinos de hambre y el consecuente aumento de peso asociado.
Así pues, si estás cuidando tu dieta, o tu colesterol, es importante que también tengas en cuenta la calidad de tu descanso, pues, el sueño, influye en nuestro peso de las siguientes maneras:
Regulación hormonal: Las hormonas relacionadas con el apetito y la saciedad están ligadas al adecuado descanso. La grelina, también conocida como hormona del hambre, y la leptina, la hormona de la saciedad, se ven afectadas cuando tenemos falta de sueño, lo que nos conduce a comer en exceso, y no para nutrirnos.
Antojos hipercalóricos: Estos alimentos menos nutritivos pero ricos en calorías, grasas y carbohidratos, son los que más nos apetecen cuando nuestro descanso no es el adecuado. Su consumo habitual, así como su abuso, conduce al aumento de peso y colesterol. Estos antojos, en muchas ocasiones, también están relacionados con el hambre emocional. Es esa sensación de hambre, que nos invade, cuando en realidad son nuestras emociones las que están inquietas.
Acumulación de grasas: Cuando no dormimos bien, se favorece la acumulación o almacenamiento de grasas en nuestro cuerpo. La falta de equilibrio hormonal que produce la privación de sueño, afectan a las hormonas que regulan la quema y acopio de ácidos grasos. Lo que puede incrementar nuestro peso.
Alteración metabólica: En casos de falta de sueño crónicos y continuados, el cuerpo puede disminuir su tasa metabólica en reposo. Es decir, que cuando estamos en reposo, nuestro cuerpo disminuye su quema de calorías. Esto complica el mantener un peso saludable.
En definitiva, dormir bien, además de satisfactorio y necesario, también influye en el mantenimiento de un peso adecuado y saludable para nuestro cuerpo. La falta de sueño, nos provoca antojos, desequilibra nuestras hormonas del apetito, la saciedad y la quema y almacenamiento de grasas, e incluso puede disminuir nuestra quema de calorías en estado de reposo.