El buen humor es la mejor compañía para el día a día. Nos ayuda a relacionarnos mejor, a ser más positivos e incluso a estar más saludables. Son bien conocidos los múltiples beneficios que nos aporta una sonrisa o una buena carcajada, más allá de la alegría evidente.
Cuando nuestros pensamientos son positivos, y mental y anímicamente estamos estables, somos menos propensos a caer en problemas como la ansiedad o la depresión.
Cuando estamos de buen humor, nuestro cerebro produce dopamina, endorfinas y serotonina (hormonas de la felicidad) que nos proporcionan bienestar, lo que a su vez, se refleja en nuestro cuerpo a nivel físico. En esos momentos, nos resulta más fácil encontrar la motivación. Si nuestra actitud y nuestra mente son positivas, tendemos a sentirnos más equilibrados.
Actividades como bailar, viajar, hacer deporte, escuchar música o pasar tiempo con los amigos o la familia, ya sea humana o peluda, nos generan felicidad en el momento, pero también recuerdos que nos harán felices a más largo plazo.
A continuación, te dejamos algunos consejos para hacer que el buen humor te acompañe:
- Tómate tiempo para ti. Dedícate unos instantes para respirar, prestar atención a tu cuerpo, a tus sensaciones y sentimientos. Desconecta y relájate.
- Trátate bien, muchas veces animamos a los demás y tenemos palabras amables que no somos capaces de dedicar a nuestra persona. Mímate, háblate con amor, respétate. La autocrítica está muy bien, pero, huye de autocastigarte.
- Trabaja la asertividad. Aprende a expresarte de forma respetuosa pero sin pasar por alto tus necesidades.
- Cuida tu entorno, una habitación ordenada y tu casa limpia te ayudarán a sentir mayor comodidad en tu hogar.
- Mima tu cuerpo, cualquier ejercicio te ayudará a sentirte mejor, ya sea un paseo o unos bailecitos los fines de semana. Si haces algún deporte y vigilas un poco la dieta notarás que tu organismo te lo agradece.
- Fija metas y objetivos realistas, pequeños propósitos que puedas ir superando diaria, semanal o mensualmente. Entrena tu fuerza de voluntad poco a poco y podrás ir conquistando lo que te propongas.
- Date algún capricho de vez en cuando. Una alegría, un pequeño premio, ese detallito que te gustaría que tuvieran contigo ¡puedes dártelo tú! Especialmente si te lo has ganado cumpliendo con los retos del punto anterior.
Recuerda que no se puede ser feliz todo el tiempo todos los días, los momentos tristes también existirán en la vida. Lo importante es cómo decidimos afrontarlos. La felicidad no debe ser la meta, pero sí la mejor compañera de viaje. Con estos consejos, podrás mejorar tu humor. Así, tendrás un buen recurso para enfrentar los obstáculos, que siempre los hay, pero, es más fácil avanzar con una sonrisa en la mirada.