Llega la vuelta al trabajo, al colegio, al instituto y a la universidad. Cualquiera que haya podido disfrutar de unas largas vacaciones y vivir la desconexión, teme este momento. Volver a la rutina laboral es poco apetecible después de la libertad de no madrugar. Y el famoso síndrome postvacacional o ese bajón que viene tras las vacaciones, es algo más que pereza.
Muchas personas padecen apatía, cansancio, falta de motivación. Incluso estos síntomas pueden llegar a ser algo más serios, transformándose en ansiedad, falta de concentración, somnolencia o, por el contrario, insomnio, irritabilidad e incluso somatizando en problemas digestivos o dolores musculares.
Dependiendo de la capacidad de afrontar esta situación, y de los recursos psicológicos, cada persona puede vivir esto de una manera diferente. Para algunos, son un par de días “tontos” mientras que para otros se convierte en una etapa casi depresiva.
Esto se produce por el cambio brusco de hábitos en el que tras crear una dinámica vacacional, donde nos sentimos relajados, debemos romper con esto para volver a la rutina laboral. Es un simple problema de adaptación, o readaptación.
Pero, es posible aplacar todas estas sensaciones y somatizaciones desagradables. A continuación, te ofrecemos algunos consejos para hacer más llevadera esta vuelta al trabajo.
- Arranca poco a poco: no pretendas estar al 100% el primer día, deja que el cuerpo se acostumbre y que tu cerebro vuelva a familiarizarse con todo lo relacionado con el trabajo. Pospón las cosas más importantes para dentro de unos días, cuando puedas enfocarte por completo.
- Evita pensamientos negativos: orientar nuestra mente hacia lo malo no va a ayudarnos a volver. Claro que estabas mejor de vacaciones, pero la realidad es que tenemos que trabajar, así que afrontarlo con una actitud positiva es lo más adecuado. Existen algunos trucos para mantener la mente positiva, que seguro, pueden ayudarte.
- Relájate: date el permiso de relajarte, tal vez no puedas pasar todo el día ocioso como durante las vacaciones, pero sí puedes tomarte algo en una terraza, salir a dar un paseo, quedar para ver a los amigos o la familia. Sobre todo, no permitas que el estrés te altere los nervios. Puedes utilizar técnicas de relajación, si ves que sientes que empiezas a alterarte.
- Sonríe: la risa nos ayuda mucho más de lo que imaginamos. Sonreír, aunque sea de manera fingida, nos aporta beneficios emocionales y nos ayuda a posicionar nuestra mente hacia lo positivo. Sonreír favorecerá y mejorará nuestra actitud, y además nuestra relación con los demás.
- Alimentación feliz: puedes apoyar todo lo anterior con una alimentación que te ayude a fomentar tu buen humor. Algunos alimentos pueden ayudarnos a sentirnos mejor gracias a sus cualidades. El azafrán, por ejemplo, con un alto contenido en safranal y crocina, es un conocido antioxidante y estimulante del buen humor y el equilibrio emocional. Existe gran variedad de alimentos felices por sus características.
No olvides que estos síntomas de bajón solo duran unos pocos días, como máximo un par de semanas. Así que anímate, sigue los consejos o ármate de paciencia, que todo pasa.