Analizamos las claves de la motivación personal y cómo aprender a lograrla. La motivación es fundamental para llevar a cabo nuestros objetivos. No se basa solo en frases bonitas e imágenes inspiradoras que podemos encontrar en internet o en tazas de desayuno. Aunque, si te ayudan, es bueno que las tengas siempre presentes, así como algunos trucos para mantener la mente positiva. La verdadera motivación genera un estado, a nivel emocional y mental, que nos empuja a lograr nuestros objetivos y ser persistentes en conseguirlos.

Por supuesto, podemos también tirar de disciplina y fuerza de voluntad para mantenernos constantes en nuestros esfuerzos, pero, sin la motivación adecuada, esto puede suponer un tremendo desgaste psicológico. Al autoimponernos situaciones para las que no estamos motivados, podemos llegar a asumirlas como un castigo, en vez de verlas como algo que de verdad queremos hacer. Esto no significa que la motivación haga que siempre te apetezca hacer lo que te propones, pero, sí ayudará mucho a que no te cueste ponerte a ello.

La combinación perfecta está en unir la perseverancia y la motivación para no abandonar tus metas. ¿Pero, cómo motivarnos? A continuación, te dejamos una serie de consejos que pueden ayudarte a alcanzar la motivación o a fortalecerla en tu interior.

 

 

• Metas realistas y favorables: Es importante conocernos bien y poner los pies en la tierra. Si nos exigimos demasiado, y nos planteamos cosas inalcanzables, es posible que entremos en una dinámica de frustración, donde nunca llegamos a completar nuestras intenciones. Está muy bien querer superarnos y mejorar, pero sin olvidar nuestra realidad y posibilidades. Además, es importante que aquello que elijamos sea bueno para nuestra persona, las metas deben ayudarnos a sentirnos bien y mejorar. Si de todas formas, algo no funciona, podemos relativizarlo mediante el humor, para evitar convertir un revés en un drama. La risa es una gran aliada y muy beneficiosa.

• Adecuar los tiempos: Es fantástico y necesario proponernos objetivos. También, ayuda mucho establecerlos  en diferentes marcos temporales. Así, podemos tener propósitos más sencillos a corto plazo, algo más amplios a medio y más grandes o complejos a largo plazo. Es importante ir paso a paso, recuerda que es mucho más fácil subir escalones de uno en uno que de tres en tres.  Si nos centramos demasiado en el futuro y tratamos de acelerar las cosas, es posible que nos agobiemos. Debemos mantener nuestras metas futuras sin perder la perspectiva del presente, aquí y ahora. Si tiendes a abrumarte y te cuesta controlar los nervios, puede probar algunas técnicas de relajación y meditación que te ayudarán a rebajar la ansiedad.

• Confía en ti: Anímate, háblate bien, no te castigues por tus errores y conviértete en tu propio entrenador. Si centras tu mente en que no serás capaz de lograr algo, esto repercutirá en tu forma de afrontar las cosas. Confía en tu capacidad y no te niegues la oportunidad de conseguir lo que te propones. Si te enfocas en lo negativo, solo lograrás dirigir tu mente hacia el fracaso, eso provoca miedo. Existen muchos recursos para evitar los pensamientos negativos. El miedo puede convertirse en una barrera, pero, si se presenta, superar ese miedo también puede funcionar como motor. No te boicotees y no dejes que te frene. Puedes lograrlo.

 

Sin embargo, en algunas ocasiones, recuperar la ilusión por hacer algo, puede resultar un camino complicado si no estamos seguros a nivel emocional. Existen algunos alimentos, como el azafrán, que pueden ayudar a mejorar nuestro estado de ánimo, por sus características. También, puedes ayudarte con nutracéuticos indicados para estas situaciones que complementan nuestra dieta para introducir esos elementos  “felices” que los alimentos nos aportan.