Recubre todo nuestro cuerpo y es el órgano más grande que tenemos. Nuestra piel, nos protege, regula nuestra temperatura y sintetiza vitamina D. Pero, algunas de sus funciones pueden comenzar a flaquear con el envejecimiento.
Se acerca el verano y nuestra piel suele sufrir más en esta época por la exposición al sol y los diferentes cambios. Prepara tu piel con estos trucos de primavera, y con estos consejos que te dejamos a continuación.
Existen diversos factores por los que nuestra piel va perdiendo su aspecto más lozano, si conocemos las causas, podemos actuar en prevención:
El tiempo: Que el tiempo es el principal factor de envejecimiento es una obviedad. Pero ¿Qué ocurre en nuestra piel para que cambie de aspecto?
A medida que pasan los años, la piel pierde poco a poco el colágeno y la elastina que generamos de manera natural. Estas proteínas, por su parte, mantienen la piel firme y flexible, aportando elasticidad. Además, también se va reduciendo la cantidad de ácido hialurónico, que ayuda a la hidratación de la piel. Estas reducciones graduales, provocan pequeños cambios que van haciendo que nuestra dermis se torne más fina y rígida, lo que produce la aparición de arrugas y flacidez.
Factores externos: Por otra parte, están los factores externos, como la contaminación, el tabaco o la exposición a los rayos UV del sol.
- Contaminación y tabaco: Más allá de los evidentes riesgos para la salud. La contaminación y el consumo de tabaco afectan especialmente al aspecto de nuestra piel, perdiendo su tersura y provocando la aparición de arrugas y manchas.
- Radiación solar: Es especialmente perjudicial esta última pues, la exposición a la radiación solar puede dañar nuestros niveles de colágeno y elastina. Esto se puede observar en aparición de manchitas en la piel y arrugas, sin olvidar el potencial riesgo de cáncer de piel. Procura evitar el sol directo y reforzar tu alimentación con antioxidantes naturales.
- Alimentación: También es un factor influyente la nutrición. Si apuestas por una dieta rica en vitaminas A, C y E y equilibrada, esto ayudará a tu piel a mantenerse más joven.
En definitiva, podemos reducir los signos del envejecimiento en la piel, atendiendo a las posibles carencias o daños que puedan surgir y tratando de prevenir los riesgos a los que nos exponemos. Es importante proteger nuestra piel del sol, evitar la contaminación y el tabaco, y elegir una dieta rica en vitaminas y en antioxidantes.