El sistema inmunitario se encarga de proteger nuestro organismo. Es un pilar de nuestra salud y podemos favorecer su fortalecimiento a través de nuestros hábitos diarios y la alimentación.

Son muchos los estudios que han demostrado que mantener el sistema inmunitario fuerte contribuye a prevenir el riesgo de contraer enfermedades. Nuestras costumbres cotidianas pueden influir en la mejora de nuestras defensas o, por el contrario, podrían debilitarlas.

Los cambios de temperatura estacionales o muy bruscos, el estrés psicológico y físico, no dormir suficiente, una mala alimentación o el consumo de algunas sustancias, pueden causar una disminución de nuestras defensas.

A continuación, compartimos algunos factores importantes a tener en cuenta, si queremos reforzar nuestras defensas de forma natural.

Alimentación equilibrada: Una dieta saludable, que incluya la cantidad necesaria de vitaminas, minerales y antioxidantes, es básica para mantener nuestro sistema inmunitario. Es muy importante no olvidar que las frutas y las verduras nos aportan gran cantidad de estos elementos y deben ser incluidas en la dieta a diario. Por otra parte, si necesitas complementar tu alimentación habitual, es bueno que uses un nutracéutico de calidad que incluya las vitaminas, minerales y antioxidantes en la combinación más adecuada y las dosis recomendadas.

También, es beneficioso que evites el exceso de picoteo, de azúcar y de alimentos ultraprocesados. Si sientes que tienes ataques de hambre repentinos, es probable que se trate de un tema más relacionado con la ansiedad. Puedes aprender a detectar estos ataques de hambre emocional y frenarlos.

Otro punto que no debemos olvidar es la hidratación, beber muy poco hace que nos deshidratemos y que tendamos a la retención de líquidos. Debemos beber agua suficiente a lo largo del día, podemos ayudarnos con tés e infusiones para asegurarnos que tomamos de litro y medio a dos litros de agua diarios.

Además, debemos evitar factores como el alcohol en exceso o fumar, que son especialmente oxidantes y dañinos para nuestro organismo.

Descanso de calidad: De forma habitual, nuestro cerebro trabaja todo el día y necesita dormir por la noche para recuperarse. Un sueño reparador que nuestro cuerpo tiende a asociar con la ausencia de la luz y el descenso de temperaturas que se produce tras el ocaso. Dormir bien no solo nos proporciona levantarnos con más energía y con el cuerpo reposado. Tiene otros tantos beneficios en los que es posible que no hayas reparado antes. El correcto descanso nocturno es parte fundamental de una vida saludable. Si tiendes a tener problemas para descansar bien, te recomendamos estos consejos para dormir mejor. Por otro lado, si eventualmente, te asalta el insomnio repentino llegada la noche, te dejamos estos trucos rápidos para conciliar el sueño.

Actividad física: Ejercicio o deporte, siempre de acuerdo a tu capacidad física y empezando por cosas más sencillas para subir paulatinamente la intensidad y el tiempo dedicado. Huye del sedentarismo, trata de moverte, practica gimnasia siempre buscando una actividad adecuada para tu cuerpo y adaptada a tus capacidades, usa las escaleras y allá a donde puedas, ve andando o en bicicleta. Incluir el ejercicio en nuestra dinámica cotidiana es favorecedor tanto a nivel físico como a nivel psicológico. Además de ayudarte con tu cuerpo, notarás que te sientes mejor en todos los aspectos. El baile es un gran aliado para vencer la pereza a la hora de arrancarnos con la actividad física, bailar, bien o mal, cualquier música y solos o acompañados, nos aporta muchas ventajas, además de distraernos y ayudarnos a desconectar.

Mente positiva: Nuestra actitud suele resultar influyente en el mantenimiento de nuestras defensas. Algunas investigaciones apuntan que una forma de pensamiento optimista, enfocada en el sentido del humor y el positivismo, se relaciona, en muchos casos, con una mejora del sistema inmune. Además, las personas que tienen la capacidad de reírse de sí mismas, aumentan sus recursos y su capacidad de afrontar los problemas. Existen muchos trucos para mantener la mente positiva. Además, la risa, incluso aunque sea fingida, es muy beneficiosa para nuestra mente y también para nuestro cuerpo, reír es especialmente favorecedor para adoptar una actitud positiva. Por otra parte, podemos ahorrarnos mucho estrés, si aprendemos a evitar los pensamientos negativos.

Siempre podemos mejorar un poco o mucho nuestras costumbres, para sentirnos mejor, para fortalecer nuestro sistema inmunitario y para mejorar nuestra calidad de vida. Incorpora hábitos saludables en tu día a día y notarás los beneficios.