Durante las noches más calurosas, dormir bien puede llegar a convertirse en una meta inalcanzable para muchas personas. Lo cierto, es que las temperaturas elevadas hacen difícil conciliar el sueño y lograr un buen descanso nocturno.
El cerebro trabaja todo el día y necesita dormir por la noche para recuperarse. Un sueño reparador que nuestro cuerpo tiende a asociar con la ausencia de la luz y el descenso de temperaturas que se produce habitualmente tras el ocaso.
Sin embargo, durante los días más calurosos, es corriente que, aunque la temperatura se reduzca, siga siendo demasiado elevada para permitirnos dormir sin interrupciones o conciliar el sueño entre sudores y sofocos.
Estos sencillos consejos para dormir bien, pueden ayudarte a hacer las calurosas noches más llevaderas, conseguir más relajación, reducir la irritabilidad y alcanzar un sueño profundo que te permitirá despertar tras un buen descanso y con la energía recargada.
- Hidratación
Mantén el cuerpo hidratado durante el día, esto puede ayudarte a prevenir que ascienda tu temperatura. También, bebe agua antes de dormir, pero sin pasarte. Una vejiga llena puede hacer que tengas que levantarte para ir al baño. Si logras una correcta hidratación a lo largo del día, podrás evitar despertar en la noche.
- Cierra la ventana
Parece una locura, pero lo mejor es que, durante el día, mantengas aislada la habitación donde dormirás, cierra la puerta, las ventanas y persianas durante el día. Si puedes elegir la habitación que regularmente esté más fresca o más baja, será más sencillo conservar una temperatura menos elevada. Durante la noche, lo ideal, sería que abriendo esa y otras habitaciones y ventanas, se creara una corriente que ayude a reducir la temperatura, si no se da de forma natural, prueba con un ventilador cerca de la ventana, que no te apunte directamente y que forme algo de corriente en la casa.
- Alimentación
Es importante cenar y no evitar esta comida, pero, es mejor huir de las cenas pesadas y cargadas de proteínas. Las cenas ligeras son un buen aliado para alcanzar el sueño. Aunque parece que puede ayudarnos a conciliar el sueño, el alcohol, no es aconsejable pues no proporciona un sueño profundo y puede provocar interrupciones y deshidratación.
- Una ducha templada
Una ducha fría, puede hacer que el cuerpo trate de recuperar el calor y conservarlo, una ducha caliente, puede generar un exceso de humedad que provoca más sudoración. Lo ideal, es una ducha templada que te ayuda a rebajar la temperatura de forma suave y refresca sin estridencias.
- Enfría la cama y el pijama
Justo antes de ir a dormir, puedes meter el pijama, la sábana y la funda de la almohada durante cinco minutos en el congelador. Estarán frescos y evitarán la sensación sofocante de una cama recalentada. Además, es importante que elijas ropa ligera para dormir, fibras naturales, como el algodón, absorben mejor el sudor que otras sintéticas.
- Evita el móvil
La luz que emite la pantalla hace que nos despertemos y puede desvelarnos, incluso, las pequeñas luces que aparecen cuando el móvil está cargando y en ocasiones titilan, pueden provocar incómodas interrupciones del sueño.
El sueño es una parte imprescindible de la vida, dormir bien nos beneficia y es muy saludable. Dormir lo suficiente, descansando y sin interrupciones, favorece el equilibrio emocional, el buen humor y a nuestro organismo.